El quinto tema del Long Play “The Dark Side of the moon” de la super banda británica Pink Floyd se llama The Great Gig in the Sky (El gran concierto en el cielo). Se grabó en los estudios de Abbey Road entre junio de 1972 y enero de 1973, con un breve receso en las fiestas de diciembre de 1972.
Se trata de un tema de rock progresivo, pop y art rock de Pink Floyd. Su autor, Richard Wright, sólo se concentró en crear una pieza musical sin voz, donde el teclado de Malcom Muggerigde le dio un toque mágico a la obra.
Inclusión de una voz femenina
David Gilmour al escuchar el tema, se dio cuenta de su potencial para arrancar sentimientos en los que escucharan el tema. Por eso, propuso probar con una voz que no dijera nada, que se sume a la pista como un instrumento más. Wright, que había trabajado con Alan Parson, recordó a una mujer de nombre Clare Torry.
El solo de voz sin palabras
Clare estaba acostumbrada a cantar covers. Cuando Gilmour le pidió que cantara sobre la pista sin palabras, ella atinó a decir “oh Yeah, yeah yeah”, onomatopeyas de moda en aquellos tiempos en el rock.
David, se le acercó y le habló muy convencido de lo que pretendía: que sintiera la canción, que la acompañara con el alma y que por su garganta saliera las expresiones más poderosas que pudiera manifestar de los sentimientos humanos. Todo eso sin decir una sola palabra.
Así comenzó la grabación de prueba, que dejó atónitos a todos los presentes por el caudal de voz, el acompañamiento pasional, desgarrador, triste, sensual y con una cadencia de gritos guturales jamás oídos.
Cuando finalizó la interpretación Claire se puso a llorar, un poco como descarga emocional y otro tanto de impotencia, ya que todos se la quedaron mirando sin decir nada.
La cantante tradujo ese silencio incómodo a un papelón de su performance. Pero esa sensación de frustración duró poco ya que con un aplauso cerrado de todos los que estaban en el estudio le hicieron saber que había estado genial.
No hizo falta otra grabación, la prueba fue la pista que se utilizó para la grabación final.
Explicación de la obra
Cuando el oyente escucha “The Great Gig in the Sky” se sube a una de esas atracciones de parque de diversión, tipo montaña rusa, ya que la cantante en perfecta comunión con la pieza instrumental lo lleva a un sube y baja de sentimientos, perfectamente detectables, destacándose la tristeza, el miedo, la pasión, el goce sexual y hasta la muerte.
Hay quienes dicen que es uno de esos temas que nunca se escucha de la misma manera, ya que el oyente le pone su cuota de imaginación que varía según su ánimo y el momento que vive.
Lo cierto es que muchos lo consideran el solo de voz sin palabras más grande de la historia del Rock mundial.
Demanda judicial
Durante el año 2004, Clare Torry, cansada de que no le reconocieran su composición vocal, demandó al grupo y a la discográfica EMI por la Ley de Derechos de Autor, alegando que era coautora.
Pink Floyd supuso que la cantante se conformaría con las 30 libras esterlinas abonadas por ir el domingo de la grabación, pero ciertamente no fue así.
Torry obtuvo un acuerdo millonario -no trascendió el monto- y el derecho de ser reconocida en los créditos futuros de la obra.
Años después fue suplantada en los recitales por otras cantantes que lo han hecho muy bien, pero ninguna con la pasión que hace llorar como la de Clare Torry.
Así se formó “The Great Gig in the Sky”, una obra de arte suprema de la historia del rock.
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Un comentario
Bueno, eso de que ninguna con la misma “pasión que hace llorar” es un , porque esta versión de la gira Delicate Sound of Thunder https://youtu.be/Ke9y_yfwJtg?si=2zI1lma7QwETowxa , en mi opinión, supera la original. Rachel Fury aun tiene un club de fans por esta interpretación seguramente.