Fundada por 4 amigos en 1998, Dios Salve a La Reina le pone la piel de gallina a todos los fanáticos de la banda liderada por Freddie Mercury. Con un catálogo de canciones completo, recorre desde los comienzos de Queen en 1973 hasta su último álbum, Made in Heaven, editado poco después de la muerte de Freddie, en 1991.
Matías Albornoz, baterista del grupo rosarino que personifica a Roger Taylor, asegura que imitar a una de las bandas más importantes de la historia del rock “no fue una tarea fácil” pero que se sienten muy orgullosos por “como fueron recibidos por el público internacional”.
Después de recorrer puntos del mapa que nunca hubiesen imaginado, Matías y los demás miembros del grupo, con Pablo Padín interpretando a Freddie Mercury, se preparan para su primer show del año, que tendrá lugar el próximo 4 de febrero en el Gran Rex. “Después de haber cumplido muchísimos sueños, la zanahoria que tenemos por delante es poder hacernos más conocidos en el mercado estadounidense”, cuenta Matías.
– ¿Cómo surge la idea de comenzar con Dios Salve a la Reina?
Nosotros arrancamos en el 98 y como 4 fans de Queen, empezamos a hacer las canciones por diversión y para pasar un buen rato. Después fue todo muy vertiginoso, en muy poco tiempo pasamos de tocar en bares pequeños de Rosario a tocar en el exterior. Además fuimos de las primeras bandas tributo que comenzamos a lookearnos y a buscar una estética similar a la banda, no solo en lo visual sino también en lo auditivo.
– ¿Cómo fue ese proceso de pasar de tocar solamente sus canciones a interpretarlos con la vestimenta, los movimientos y la puesta en escena?
Al nivel que nosotros nos exigimos fue un trabajo bastante duro. Al ser fan de la banda, quizás algunas cosas ya estaban incorporadas de manera inconsciente, pero como queríamos imitarlos a la perfección llevó mucho trabajo de grabarnos y mirarnos para poder lograr la magia arriba de los escenarios.
–Es increíble lo parecido que son a Queen arriba del escenario y en las canciones, ¿Les cuesta desprenderse del personaje una vez que se bajan del escenario?
No tanto. Estamos acostumbrados a hacer un clic y una vez que estamos arriba del escenario nos invade el personaje inconscientemente. Una vez que bajamos volvemos a ser los mismos de siempre, felices y orgullosos de ver el resultado en la gente.
Dios Salve a la Reina en el Reino Unido
– En el 2004 ganaron un concurso que les permitió tocar en Liverpool, ya en las ligas mayores… ¿Cómo vivieron esa experiencia?
Fue sueño hecho realidad porque era la primera vez que salíamos del país e incluso, para muchos de nosotros, fue la primera vez que nos subíamos a un avión. Tenemos ese evento como punto de bisagra, porque fuimos a Inglaterra a tocar sus canciones. Tener el aprobado del público inglés no fue poca cosa…
– ¿Cómo fue el contacto con el público británico? Por toda la historia que ya conocemos, para ellos debe ser fuerte que unos argentinos interpreten sus canciones.
Siendo de Argentina, ir a tocar sus canciones allá fue muy loco. Pero para nuestra sorpresa la gente nos recibió muy bien. Es más, a partir del 2004 fuimos casi todos los años.
-En YouTube se ven giras de Dios Salve a la Reina en Rusia, en Japón o en Ucrania ¿Cómo es pasar de tocar en bares pequeños de Rosario a lugares súper exóticos con culturas totalmente diferentes a la nuestra?
Fue rarísimo, una locura. Siempre estamos atentos a cómo reacciona el público y es increíble. Llevar nuestro trabajo a diferentes partes del mundo nos llena de orgullo.
Después de tocar en diferentes puntos del globo, ¿hay como el público argentino?
Y, somos más efusivos y demostrativos. Pero los demás países nunca dejan de sorprendernos. En Japón fue muy interesante como llevaban el tempo de la batería, casi mejor que yo, ja.
– Todas estas experiencias los llevaron a conocer a Brian May. ¿Qué sintieron en ese momento?
Si te soy sincero, soñamos despiertos. Encima lo conocimos en el primer show de Liverpool, en el 2004. En ese evento Brian también tocó y a la salida estuvimos charlando. Él ya conocía a Dios Salve a la Reina y eso nos llenó de orgullo.
– En 2018 el fenómeno Queen explotó con la película Bohemian Rapshody. El hecho de que ustedes sean una banda tributo, ¿Hizo que sean un poco más exigentes?
La verdad que sí, porque nosotros nos acostumbramos a imitar a los miembros de la banda. Pero la película me gustó. Si bien cronológicamente había algunas cosas que no coincidían y le dieron algunos toques novelísticos, estuvo bueno que hayan reivindicado a Freddie porque permitió que gente muy joven vean y conozcan a un icono de la música.
– El 4 de febrero se viene el Gran Rex…
¡Sí! Estamos con muchas expectativas y con mucha ansiedad. Va a ser el primer show del año y vamos a tener una nueva oportunidad para volver a las tablas y para poder seguir cumpliendo nuestro sueño.