Carta de oyentes: Por Mariano Beroiz
Ya la hora estaba dada, las persianas habían bajado… la mochila colgaba de mi hombro y tanteándola, como para no olvidarme de nada, me dirigí hacia la salida de mi trabajo. Miré la hora para que el subte que día a día me lleva a combinar con el tren que pasa 17:32, procedente de retiro, por la estación Carranza de la línea mitre, no se me fuera a escapar.
De esta forma, y como rutinario que soy, baje por las escaleras, pase el molinete, aguarde 3 minutos y comenzaron a verse las luces del subte A, al cual subí para combinar con la línea D. Ya sentado, saque mis auriculares y me dispuse a escuchar algo de música mientras pensaba en las obligaciones y deberes que me esperaban en mi hogar.
Me distraigo mirando disimuladamente a otros pasajeros, viendo el modelo de teléfono o Tablet que llevaban en sus manos y los tipos de auriculares inalámbricos que tenían en sus orejas. Así, entre gente que sube y gente que baja, ya estaba casi en Palermo escuchando a la voz del subte: “próxima estación: Ministro Carranza, combinación con tren Mitre“.
Me levanto para descender, toco mi mochila nuevamente controlando que todo esté en su lugar. Frena, desciendo, avanzo, subo escalera mecánica, me dirijo hacia el pasillo bajo las vías, el vendedor de palta me ofrece 4 por $200, el vendedor de pañuelos descartables otro tanto, la pareja que canta canciones de los ochenta que me mira como insinuando que conozco el tema y que algo dentro mío se movilizo. Y si, así es, algo se me movió, algo me dice que esa era mi canción.
Ya esta, no perdamos el tren Mariano. Seguí, seguí, nada me detiene, subo por la escalera miro para atrás, el tren todavía no viene, busco asiento. Sii, hay uno, pero en el de al lado hay una piba, una adolescente.
Pero, ¿Qué hace? ¿Está pensando? ¿Está con el celu? ¿Qué tiene entre sus manos? ¿Qué esconde con su cuerpo inclinado hacia adelante? Cruzada de piernas con sus carpetas en sus rodillas y sus mangas estiradas, identifico que es algo de varios colores, lo gira, lo gira y lo sigue girando. Yo esforzaba la vista para disimular que no la miraba, ¡La descubrí! Otro símbolo de los 80... otra magia de los 80, nada más y nada menos que EL CUBO MÁGICO. Así es, era mi maquina del tiempo. Si hace dos segundos escuche cantar a alguien Yo te vi en un tren y ahora me encuentro con esto, ¡claro que sí, se puede viajar en el tiempo! Gente de Un Bondi a los 80s: más allá de la rutina, más allá de nuestros deberes y nuestras obligaciones no olvidemos nunca que los números nos lo ponemos nosotros, 2022 es para numerar el año simplemente. En nuestro presente todavía hay seres que están viviendo los ochenta, solamente hay que encontrarlos. Busca dentro de tu corazón y ponele el numero que quieras, como por ej.1980.
Hasta la próxima, nos encontraremos en un nuevo viaje de tren a los ochentas.
Nota del oyente: el cubo mágico se llama de esta manera porque tenia la magia de juntar a varios amigos y lograr que todos centren su vista en él.
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