Los Irrompibles fue la primera película de Far West en la historia del cine argentino. Estrenada en 1975, cuenta como Harry “El Caliente” y Billy “El Frío” -interpretados por Jorge Martínez y Ricardo Espalter- son dos detectives contratados en Estados Unidos para resolver robos a diligencias que transportan oro para la “Argentine Gold Mining“, quienes resultan ser algo torpes de personajes.
Desde Radio W Garage tuvimos el placer de conversar con Graciela Alfano, una de las grandes divas de la TV argentina y protagonista de esta histórica película. Con Graciela no charlamos en ningún estudio de televisión ni de radio, sino ¡sentados en el pasto de una esquina de Claromecó!
“Todas las comedias de esa época eran muy blancas, las podía ver toda la familia”, nos cuenta Graciela sobre la diferencia entre el humor de las películas de los 70s y 80s con las de la actualidad. “Ahora es un poco más mordaz y doloroso. Nosotros estábamos más en el aire y era una cosa más divertida y hasta infantil”, agrega.
El Far West, también conocido como “El Lejano Oeste”, es un género de vaqueros que el cine de Estados Unidos explotó a full en los 50 y 60. Cuando llegó a la Argentina en los 70 con “Los Irrompibles”, generó una grata sorpresa en la gente. “Los irrompibles es una película de culto”, asegura Graciela Alfano mientras saluda a la gente que pasa por las calles de Claromecó.
“Nosotros filmábamos en La Carolina, San Luis. Fuimos 65 personas y recuerdo que había un camino de tierra. Al segundo día de filmación se largó un huracán impresionante. Ese camino se cortó y los 65 tuvimos que quedarnos viviendo 14 días ahí”, nos cuenta “La Grace” mientras se acuerda de historias de la filmación de Los Irrompibles. “El gobernador de San Luis quería mandar un avión para sacarnos pero, ya que estábamos ahí, queríamos seguir con la filmación”.
La Carolina es un pueblo muy lindo que queda a 83 de San Luis Capital y que tiene poco más de 250 habitantes. Por esa razón, la llegada del elenco de “Los Irrompibles”, es un hecho muy recordado por la gente de la localidad. “El actor que hacía de malo andaba siempre con una pistola de fantasía porque ya se quedaba vestido. La gente que pasaba por la calle se súper asustaba porque pensaban que estaba armado de verdad”, cuenta Graciela.